LLAMANDO A LAS PUERTAS DEL CIELO

Yo creo que habría que ordenar un poco esto de ir o no al cielo ya que todo lo que nos cuentan es demasiado genérico: Que si hay que ser justos, que si hay que amar a Dios sobre todas las cosas. Que si poner la otra mejilla, que si no matarás... Pero va y resulta que si eres la peor escoria de la Tierra pero te arrepientes en el último momento de tu vida, ¡zas! se te abren las puertas del Cielo como si nada hubiese pasado. En el mejor de los casos, y si se te aplican una serie de atenuantes que ahora desconoces, quedas pendiente del juicio divino. Pero, claro, tu nunca vas a estar seguro de a dónde vas a ir, porque nadie te ha dicho claramente dónde está la línea divisoria entre el "aprobado" o el "suspenso".

Mi consejo es que esto de ir o no al Cielo debería estar regulado con más precisión, como por ejemplo se regulan los carnets promocionales de los grandes supermercados.

Tu naces y te dan un carnet, pongamos por caso, de 1 millón de puntos, con una esperanza de vida de... digamos 80 años. Inmediatamente se te informa que para ir al Cielo necesitas 750.000 puntos, con menos de 500.000 vas directo al infierno y entre 500.000 y 750.000 directamente al purgatorio. Eso con una esperanza de vida de 80 años, si son menos habría que rehacer la tabla, claro.

Con esto ya tienes una referencia pero hay que seguir afinando un poco:
 
 "Amarás a Dios sobre todas las cosas":
Habría que aclarar esto un poco más. Cada uno puede tener una idea preconcebida y luego resultar que no es la buena. ¿Y si no lo amas o si no lo haces a ratos porque te ha cabreado con alguna de sus decisiones? Entonces habría que definir cuántos puntos pierdes. Y si le quires mucho, ¿cúantos ganas? 

Esto es importante porque tu tienes que ir haciendo tus cuentas, evidentemente. Así que propongo que se establezca una tabla de puntos que regule el amor a Dios.

"No tomarás el nombre de Dios en vano"
Este es complicado, al menos en España. Aquí estamos todo el día con un "mecagüendios" en la boca para decir cualquier cosa. Por ejemplo, un "mecagüendios" 1 punto menos. Yo a partir de 20 ó 30 mecagüendioses al día haría descuentos, porque de lo contrario muchos se iban a quedar sin puntos en 2 ó 3 meses.

"Santificarás las fiestas"
Este es fácil. Si no vas a misa, 5 puntos menos. Si eres costalero en un "paso" de Semana Santa, 10 puntos positivos... Y así hasta que se contemplen la mayoría de los supuestos.


"Honrarás a tu padre y a tu madre"
Bueno, esto también tiene lo suyo. ¿Qué pasa si de niño te venden como esclavo o te prostituyen. Habría que establecer una tabla de excepciones. Y luego a la hora de honrarles habría que establecer el cuánto y el cómo con sus ya necesarios puntos.

"No matarás"
¡Uf! Complicado. ¿Y todo lo que se ha matado en nombre de Dios? ¿Suma o resta puntos? Hay que dejarlo claro. Mira que te crees que matando infieles te ganas el cielo y resulta que luego es al revés. Uno nunca sabe.

Así se van desgranando todos los mandamientos, poco a poco se va cerrando bien el círculo y todo el  mundo contengo.

¡Imprrescindible! En las iglesias tiene que haber una especie de "cajero automático", donde pudieses meter tu tarjeta de puntos para que se pusiese al día. Así no habría dudas. Tu te vas gestionando tu tarjeta de puntos y cuando llega el momento de la verdad no estás con la angustia de si vas al cielo o al infierno.

Y es que nos estamos jugando la vida eterna y con las cosas serias no se puede andar con bromas.

9 comentarios:

Emilio Manuel dijo...

Que cosas, no había caído en ello, algo hay que hacer, ¿celebramos un concilio?

Saludos

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Emilio Manuel:
Venga, yo lo convoco. :-)
Un abrazo.

Juan L. Trujillo dijo...

Lo del cajero automático en las iglesia, te lo puedes ahorrar, ya existe.
Lo del Purgatorio, tambien te lo puedes saltar, como no tenía buena prensa,se lo han cargado.En lo del millón de puntos, me temo que te has quedado corto, máxime sin incluir el 6º y el 9º.
Y en cuanto al 7º entiendo que los políticos deberían tener un trato preferencial en cuanto el numero de puntos a asignar.
Espero que el concilio, seáis capaces de arreglarlo.
Suerte a los dos y un abrazo.

Tracy dijo...

Mejor no meneallo.

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Juan:
Pues me has destrozao todo el argumentario. :-)
Un abrazo.

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Tracy.
Sólo son ideas para mejorar el servicio. :-)

Myriam dijo...

No sería mala idea y así nos evitaríamos los pueblos fantasmas como Comala donde vivía Pedro Páramo de Juan Rulfo jajajajaja

Besos
PD. no te preocupes por los malos, malísimos que se arrepienten segundos antes de morir: son en realidad ínfimos. Ah! y lo que te han dicho más arriba, el Purgatorio, ya no existe desde creo que el Papa anterior al actual.

Myriam dijo...

(Pedro Páramo del mexicano Juan Rulfo es el libro que leemos ahora
en el club de lectura)

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Myriam:
Hace años que leí ese libro y me encantó.
Y lo del Purgatorio ya lo sabía, pero nunca se sabe si el siguiente Papa lo va a volver a resucitar. :-)
Musu handi bat.

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