HAZ LO QUE YO DIGO Y NO LO QUE YO HAGO


La sexualidad en las distintas culturas y sociedades ha tenido y tiene distintos enfoques. Encontramos sociedades como las del pacífico oriental que manejan el acto sexual en forma natural y públicamente se integra abiertamente desde la adolescencia.

En cambio, las sociedades donde están implantadas dos de las religiones mayoritarias (cristianismo e islamismo), son tremendamente restrictivas. Existe la sanción permanente a la sexualidad y un sistema de control sobre la misma. El sexo es sucio y por lo tanto es pecado.

Así, entre paréntesis, siempre me ha llamado la atención el hecho de que el supuesto dios único y verdadero malgaste su tiempo dando diferentes indicaciones para el comportamiento sexual, dependiendo de la religión que se profese. Yo creo que lo hace para divertirse, porque de lo contrario no le encuentro explicación.

Sigamos pues: Estos días la Iglesia Católica está celebrando el “sínodo de la familia”, que se supone que es un foro donde se va a hablar de parejas y de sexo. Un grupo más bien numerosos de señores mayores, que nunca ha tenido pareja, ni saben lo que es el sexo... supuestamente, se han reunido para decirnos a los demás, qué clase de pareja debemos tener y cómo tienen que ser nuestras relaciones sexuales. Y eso inspirado por un supuesto creador divino, que no conocen ni ellos.

Y claro, en un mundo donde la prostitución ocupa a decenas de millones de mujeres y NIÑAS, en un gran porcentaje en situación de absoluta esclavitud, en un mundo donde la profesión más vieja del mundo mueve decenas de miles de millones de euros, donde innumerables mujeres son asesinadas todos los días por sus parejas... el hecho de que estos señores se sienten para decirnos cómo tenemos vivir, suena por lo menos a falta de respeto, por no decir nada más fuerte.

Si viniese por aquí un extraterrestre y viese este espectáculo, creo que pensaría que estos señores están bajo los efectos de alguna droga... Y no digo yo que no sea así.

Y bueno, si al fin y al cabo se dirigiesen exclusivamente a sus seguidores, ni tan mal. El asunto es que pretenden influir en toda la sociedad y en las leyes que se aprueban. Sí, me preocupa el eco que le da la prensa a todo esto, hasta tal punto que cuando leo los periódicos tengo la sensación de que se les da un protagonismo inmerecido a cosas que deberían estar en la sección de "anécdotas graciosas".

A pesar de todo, yo siempre digo que soy optimista: Mi generación ya comenzó a sacudirse el yugo del sexo como pecado y la generación actual tiene todo a su favor para terminar de espantarlo.

El proceso parece lento, pero no lo es. Hasta tan sólo hace 50 años los curas eran los dueños de todo y de todos. Hoy son escasas las parejas que se casan por la iglesia, el % de niños que son bautizados ha caído en picado, la gente tiene relaciones sexuales saludables con quien le viene en gana por el mero placer de disfrutar juntos, la educación sexual está al alcance de todos… Y muy importante: En la tele anuncian geles para disfrutar más en las relaciones sexuales.

¡Ole, ole y ole!

¡Por una vez me gusta la publicidad!

4 comentarios:

Tracy dijo...

También hoy me has recordado a mi amiga Angustias, que dice que cómo la iglesia y sus mandamases se atreven a prohibir el divorcio o el aborto, cuando ninguno se ha casado, ni ha tenido que abortar...
¡Qué infeliz! lo mismo sus novietas sí.
En cualquier caso se les ve demasiado la patita.

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Tracy:
Lo bueno es que cada día les queda menos público.

Juan L. Trujillo dijo...

Les queda menos "clientela" y menos que les va a quedar si siguen así. A pesar que ahora tienen un "jefe" que parece mas ducho en marketing, pero sigue sin dar un paso adelante.
Un abrazo.

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Juan:
Es que desdecirse de lo que vienen diciendo desde hace siglos, es muy difícil.
Un abrazo.

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